| Written by Yeudiel Valdivia
La minería es un sector económicamente importante en Perú, que contribuye con alrededor del 11% de la producción total del país y el 57% del valor de las exportaciones. Del total de las exportaciones mineras el cobre representa el mineral con la mayor participación con un 52% seguido del oro con 27% y del Zinc con el 7% (leer más sobre "Minería responsable en Latinoamerica").
Por su diversidad geológica, Perú se ubica dentro de los ocho principales productores mineros del mundo en cantidad y variedad de minerales. En el Perú actualmente se explotan más de 130 minas subterráneas en el territorio nacional. Si bien su producción es importante, no alcanza el de las operaciones a cielo abierto. Según el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), la minería subterránea cuenta con mayor cantidad de operaciones que la minería superficial, ya que representa casi el 65% del total de unidades mineras.
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Por su capacidad de movilizar inversión directa extranjera y de generar ingresos públicos, la minería es un sector determinante para la estabilidad macroeconómica y el equilibrio fiscal en el país.
Por el lado de la inversión minera, en 2022 finalizó un periodo de fuerte expansión al concluir la construcción de la mina Quellaveco (proyecto que demandó una inversión de más de 5 mil millones de dólares) y de otras minas de menor tamaño.
El principal metal que se extrae en Perú es el cobre, el cual recuperó su precio después de la pandemia con un alza del 60% en menos de un año; y se prevé mantendrá buenos precios por su valor como conductor de electricidad para las energías limpias.
Además del desarrollo de proyectos de cobre que asciende a 37 mil millones de dólares, Perú presenta grandes oportunidades en la industria del litio, metal especialmente importante para la transición energética. Para su explotación es necesario trabajar en una regulación oportuna que genere los incentivos adecuados en términos económicos, sociales y ambientales.
La minería tiene la virtud de impulsar la industrialización del país ya que adquiere de manera continua bienes y servicios a otros sectores de la economía como por ejemplo a la industria manufacturera además de que impacta al sector transporte al movilizar insumos, minerales y otros productos comercializables. En resumen, promueve la diversificación y el encadenamiento productivo de distintos sectores económicos, constituyendo así la cadena de valor de la minería, desde la extracción del mineral hasta su entrega a clientes en otras partes del mundo.
Por otro lado, la capacidad de generar empleo formal de la minería es vital para la recuperación de la economía, sobre todo considerando los empleos adicionales en otros sectores en virtud de su cadena de valor. Según estimaciones del Instituto Peruano de Economía (IPE), por cada empleo directo en la actividad minera se generan adicionalmente 6.25 empleos en el resto de la economía; 1 por efecto indirecto, 3.25 por el efecto inducido en el consumo y 2 por el efecto inducido en la inversión. Eso representa una estimación del empleo directo e indirecto de la minería de 4.6 millones de personas.
Además, el sector minero facilita a las regiones el acceso a recursos financieros. Hasta agosto de 2020 se realizaron inversiones por más de USD 2550 millones en los proyectos Quellaveco, Mina Justa y la Ampliación de Toromocho. Está demostrado que existe una correlación directa entre la reducción de la pobreza y la generación de ingresos por la actividad minera que significó cerca de 15% en 20 años.
De las cinco regiones del país con mayores ingresos por persona (Arequipa, Moquegua, Pasco, Tacna y Lima), cuatro han desarrollado la minería.
El gran potencial geológico junto con los bajos costos operativos hacen de Perú un país muy competitivo, sin embargo, el escalamiento de conflictos sociales puede restar competitividad al sector, así como a su capacidad de atraer inversiones.
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Existen hechos que demuestran la fortaleza de la industria minera de Perú. Entre ellos, el sostenido y elevado nivel de inversión en exploración y explotación tanto de minas subterráneas como a cielo abierto, el incremento de la producción polimetálica liderada por el cobre, el nivel de exportaciones y su contribución a las finanzas públicas, la actividad económica privada formal en áreas rurales y remotas que en muchos casos tienen una alta incidencia de pobreza. Todas estas características hacen de la minería peruana un jugador clave a nivel mundial con una alta expectativa de seguir atrayendo inversiones para asegurar el suministro de minerales para cubrir la alta demanda global por minerales críticos en las próximas tres décadas.
Entre 2009 y 2018, la producción minera generó el 20% de recaudación por impuestos aplicables a la minería y financió alrededor de $12 mil millones de dólares en transferencias a los gobiernos regionales y municipales. Por otro lado, la actividad minera descentraliza la actividad económica hacia las regiones en las zonas de influencia rurales.
Al ser el principal generador de divisas vía exportaciones y de flujos de capital vía inversión extranjera directa, la minería ha sido en las últimas dos décadas un factor fundamental para el buen desempeño macroeconómico del Perú.
En cuanto a la competitividad del sector, Perú es un país que cuenta con vastos recursos mineros, lo que favorece el interés para la inversión. Además, sus costos de producción son competitivos, sin embargo, existen áreas de oportunidad y espacios de mejora en materia de regulación, modernización tecnológica y responsabilidad social.
El sector enfrenta el desafío de crear las condiciones necesarias para lograr llevar adelante exitosamente una amplia cartera de proyectos mineros ya que el perfil de la cartera de inversiones mineras así lo exige. Para fomentar la exploración, viabilizar los proyectos en cartera y garantizar el normal desarrollo de las operaciones actuales se requiere mejorar la sostenibilidad ambiental y el impacto social. La inversión está sufriendo de falta de aceptación social.
En los últimos años se han presentado diversas situaciones que han generado incertidumbre y desconfianza entre los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros. Estas situaciones ponen en riesgo el cumplimiento de los principios constitucionales que garantizan la libre empresa, la igualdad de condiciones y la inviolabilidad de la propiedad privada. Es necesario robustecer la institucionalidad del Estado y el marco legal que incentive la inversión, pues la seguridad jurídica es un factor clave para el desarrollo de los proyectos mineros que requieren de una planificación a largo plazo.
Otro aspecto relevante que afecta al sector minero es el problema de la minería ilegal. El alza del precio internacional de los metales y la falta de oportunidades y empleo han permitido la expansión de la minería ilegal. Esta actividad, que utiliza métodos artesanales que afectan al medio ambiente y la biodiversidad, ha provocado el rechazo de los pobladores hacia la minería en general, sin distinguir entre la formal y la informal. Se debe seguir trabajando en reforzar las instituciones del Estado para mejorar el control de estos agentes y, de ser posible, llevarlos hacia la formalidad.
Finalmente, existe una gran área de oportunidad en las iniciativas de colaboración, las que permiten que compañías de todos los tamaños y tipos unan esfuerzos para atacar problemas comunes, tales como los ambientales, sociales y energéticos, y consigan objetivos que por sí solas sería difícil lograr.
La minería subterránea es un método de extracción de minerales que se realiza debajo de la superficie terrestre, en oposición a la minería a cielo abierto, que se lleva a cabo en la superficie. En la minería subterránea, se excavan túneles, galerías y pozos para acceder a los yacimientos de minerales que se encuentran debajo de la superficie.
La minería subterránea se utiliza para extraer una variedad de minerales como oro, plata, cobre, hierro, zinc, entre otros. También se utilizan para extraer minerales no metálicos como el carbón, la sal y la piedra caliza. La minería subterránea es una parte importante de la industria minera mundial y se utiliza en países de todo el mundo.
La minería subterránea representa todo un desafío, pues no solo demanda la construcción de túneles, pozos, chimeneas y galerías, sino toda una estructura de sostenimiento y seguridad que encuentra en la tecnología a su mejor aliado. La ingeniería minera peruana ha logrado que cada vez se trabaje de forma más eficiente, de tal manera que muchas de las operaciones continúan ampliando su periodo de producción, como el Porvenir (Pasco), Uchucchacua (Arequipa) o Animón (Junín). Estas operaciones han pasado los 4 años de explotación y cuentan con una compleja estructura de galerías que se hicieron cada vez más profundas, apuntando a sacarle el mayor partido a la ventaja geológica de cada lugar.
Según el mapa de principales unidades mineras en producción elaborado por el MINEM, la gran mayoría de minas subterráneas son unidades polimetálicas (cobre, zinc, plata y plomo). Estas operaciones deben enfrentarse a retos como tener un buen sistema de ventilación, remover el polvo y los gases nocivos, y reducir las temperaturas. Asimismo, deben asegurar la estabilidad de los túneles, usando sostenimiento con concreto armado, soporte metálico y otros materiales.
La maquinaria usada en la minería subterránea también es distinta a la de un tajo abierto, pues debe ajustarse a las limitaciones que impone el tamaño de las galerías. Además, en los túneles se requiere de personal especializado en diferentes aspectos como soporte subterráneo, ventilación subterránea y automatización de equipos.
La innovación y la digitalización son factores críticos para el futuro de la industria minera, tanto a nivel de exploración como en las etapas de construcción y producción. Con la finalidad de reducir los accidentes y brindar seguridad a los mineros, hay constantes avances en la implementación de tecnologías que soportan altas temperaturas, desde sensores que supervisan la temperatura corporal de los trabajadores, sistemas que proveen la ubicación y el rastreo del personal en los túneles en tiempo real, así como sensores para monitorear el movimiento de las rocas durante el proceso de excavación.
Mientras que mejora la seguridad para los mineros, también se sigue ampliando los proyectos subterráneos y se les hace cada vez más productivos, lo que es una señal de cómo la tecnología en las operaciones subterráneas eleva las expectativas de un sector fundamental para la economía del Perú.
Algunas de las minas subterráneas más importantes del Perú son:
¿Qué regiones lideran la producción del cobre en el Perú?
Los departamentos Arequipa, Moquegua y Ancash lideran la producción de cobre en el país, con una participación conjunta del 50%. Entre las empresas que más contribuyen a este resultado se encuentran la Sociedad Minera Cerro Verde, la Compañía Minera Antamina y Southern Peru Copper Corporation, sucursal Perú.
¿Qué porcentaje de la producción total en Perú representan las minas subterráneas?
A pesar de que existe mayor cantidad de minas subterráneas que a cielo abierto, en términos de producción, la minería subterránea solo acumula alrededor del 22% del volumen total de la producción minera del país.
¿Cuáles son las principales minas de oro del país?
En cuanto a la extracción de oro en Perú destacan Minera Yanacocha, Compañía Minera Poderosa y Consorcio Minero Horizonte.
Sobre la base de su gran potencial geológico, el Perú ha atraído inversión minera de manera sostenida para la exploración y el desarrollo de proyectos desde que reformó su código de minas en los 90’s. La inversión privada en minería ha fluido en la última década y ha colocado al país en el segundo lugar de destino de todas las inversiones mineras en América Latina, después de Chile.
La minería subterránea juega un papel importante en el desarrollo del sector en el Perú, entre otras cosas por su menor impacto medio ambiental, situación relevante considerando que debido a esta situación la inversión minera está sufriendo de problemas de falta de aceptación y legitimidad social que se expresan en acciones directas y protestas contra proyectos mineros en algunas regiones.
La minería subterránea enfrenta retos asociados con la seguridad hacia los trabajadores dentro de los túneles, sin embargo, actualmente existen avances en tecnología que permiten mitigar dichos riesgos y tener una mejor planificación de las actividades dentro de la mina.
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Sources:
(1) https://www.mining-technology.com/marketdata/five-largest-zinc-mines-peru/
(2) https://miningdataonline.com/property/1932/El-Porvenir-Mine.aspx
Yeudiel Valdivia es Ingeniero Eléctrico Electrónico y cuenta con una Maestría en Ingeniería en el campo de las Telecomunicaciones. Él ha dedicado la mayor parte de su carrera profesional a las ventas y al desarrollo de negocios para segmentos de industria, incluida la minería. Yeudiel se siente fascinado por el impacto positivo de la tecnología en la vida de las personas y cómo las personas pueden trabajar de forma más segura y en mejores condiciones, le interesa cómo la tecnología puede transformar las empresas haciéndolas más eficientes, ágiles y productivas, así como su gran potencial para el crecimiento de la economía en países y regiones. Yeudiel escribe principalmente sobre la digitalización de las industrias, impulsada por los avances tecnológicos que permiten nuevos modelos de negocio.